miércoles, 12 de noviembre de 2014

Historia de la Globalización

Historia de la Globalización en México
Hechos y procesos
México en la Era Global
(1970-2000)


1970 Establecimiento de la mayoría de edad a los 18 años.
1973 Salvador Allende es derrocado en Chile. Inicia la dictadura de Pinochet.
1974 Descubrimiento de reservas petroleras en el Golfo de México.
1981 Se identifica el VIH/sida.
1982 Caída de los precios internacionales del petróleo. Fuerte crisis económica.
1985 Terremoto del 19 de septiembre. Gran muestra de solidaridad y poder de organización de la sociedad civil.
1988 Controvertidas elecciones presidenciales.
1989 Cae el muro de Berlín.
1989 Se funda el PRD.
1991 Desmembramiento de la URSS.
1992 Firma del TLCAN con Estados Unidos de América y Canadá.
1994 Se inicia el movimiento zapatista.
1996 El IFE adquiere autonomía.
1997 Se firma el protocolo de Kyoto para detener el calentamiento global.
1997 El PRI pierde la mayoría absoluta en el Congreso.
2000 Alternancia en el poder. El PAN gana las elecciones presidenciales.
2001 Reforma del artículo 2º. Reconocimiento de la autonomía de las comunidades indígenas.
2003 Invasión de Estados Unidos de América a Iraq.
2006 Elecciones presidenciales


Panorama del periodo
México en la Era Global (1970-2000)
Perfil de México a finales del siglo XX
En las últimas décadas del siglo XX la realidad de nuestro país se transformó significativamente. Estos cambios se manifestaron tanto en el ámbito económico como en el político y el sociocultural. En lo económico, después de una severa crisis en las décadas de 1970 y 1980, el gobierno mexicano cambió su forma de actuar; dejó de ser un Estado proteccionista que intervenía directamente en todos los rubros de la economía nacional, para adoptar el modelo del neoliberalismo. Estas nuevas políticas condujeron a que México lograra alcanzar cierta estabilidad económica para finales del siglo XX, sin embargo, provocaron también que se incrementara la desigualdad en la repartición de la riqueza, lo que llevó a que un pequeño grupo de personas se hiciera más rico, mientras la clase media y los sectores populares se empobrecieron.

Reorientación económica
En la década de 1970 el gobierno de México cometió una serie de errores administrativos que llevaron al país a una profunda crisis económica, por lo que se vio obligado a endeudarse con bancos y organismos internacionales. La presión que ejercieron esos organismos sobre el gobierno mexicano lo llevaron a cambiar su política económica, de un Estado interventor y proteccionista a uno neoliberal.
La tendencia económica neoliberal se presentó no sólo en México sino en la mayor parte del mundo. La crisis y caída del bloque soviético a principios de la década de 1990 conllevó el triunfo del sistema capitalista en la economía mundial, lo que favoreció el proceso de globalización, es decir, de eliminación de las barreras comerciales y financieras entre los países. La globalización orilló a países como México, dependientes tecnológica y económicamente de las grandes potencias, a adoptar un sistema económico abierto al libre mercado.

Petrolización, abandono del campo y endeudamiento
Aunque la aplicación de las políticas de sustitución de importaciones y de protección a la industria nacional de mediados del siglo llevaron a una mejora en la situación económica del país, el desarrollo industrial no se logró concretar y México continuó siendo una nación económica y tecnológicamente dependiente.
Esa prosperidad económica solamente había beneficiado a los sectores sociales privilegiados y a la clase media, pero los grupos más vulnerables siguieron sumidos en la pobreza.
En la década de 1970 comenzaron a manifestarse graves problemas económicos en el país, derivados no solamente de la situación interna sino también de las circunstancias internacionales, ya que la economía mundial entró en un periodo de estancamiento.
Con el fin de reanimar la economía, el gobierno de Luis Echeverría (1970-1976) decidió aplicar un programa denominado “desarrollo compartido”, que se basó en el aumento del gasto público, es decir, de la cantidad de dinero que gasta e invierte el gobierno. El aumento del gasto público estuvo dirigido por un lado a la inversión en infraestructura y programas sociales, y por otro a la creación de una serie de empresas públicas y a la compra de otras que se encontraban en bancarrota.
Con esta estrategia el gobierno buscaba solucionar problemas de desigualdad social, disminuir el desempleo y reactivar la producción industrial de nuestro país. Sin embargo, para realizar esos gastos, se pidieron grandes préstamos a organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y el gobierno adquirió una deuda externa exorbitante que cada día se acrecentaba más.

La emigración de los mexicanos
La emigración de mexicanos hacia Estados Unidos de América comenzó desde finales del siglo XIX y se incrementó de manera importante a partir de la década de 1940, cuando el gobierno estadounidense firmó un tratado que permitía a trabajadores mexicanos ingresar temporalmente a su territorio para sustituir la mano de obra estadounidense que estaba en los campos de batalla (ese tratado concluyó en 1964). Sin embargo, el fenómeno migratorio de los mexicanos hacia Estados Unidos de América tomó un nuevo rumbo durante las últimas tres décadas del siglo XX, como consecuencia de las continuas crisis económicas que sufrió México, del incremento de la población y de la falta de oportunidades laborales. Así, gran cantidad de mexicanos se trasladaron legal o ilegalmente a Estados Unidos de América para buscar mejorar sus condiciones de vida. Además, al haber más mexicanos en el vecino país del norte se crearon redes sociales y familiares de apoyo a los migrantes, lo que facilitó el desplazamiento.
Otro cambio importante que se produjo fue que, en un principio, los trabajadores que se trasladaban a Estados Unidos de América lo hacían de manera temporal, pero muchos de ellos comenzaron a fijar su residencia en ese país.
Ello explica que el número de mexicanos que habitan en los Estados Unidos de América pasara de menos de un millón en 1970 a más de diez millones en el año 2000.

Marginación y reivindicación indígena
La sociedad mexicana de los últimos años se ha hecho más consciente de la riqueza cultural de las comunidades indígenas y de la situación de marginación en que se les ha mantenido históricamente. Recordemos que el proyecto de nación de los liberales del siglo XIX buscó incorporar a los indios al desarrollo del país mediante la eliminación de sus diferencias culturales. Durante la primera mitad del siglo XX surgió un movimiento conocido como indigenismo, que se caracterizó por el interés en la situación de los pueblos indios, sus problemas sociales, su cultura, su historia y sus tradiciones. Aunque ciertamente hubo avances en la concientización acerca de la importancia de la diversidad cultural de México, durante prácticamente todo el siglo XX no existió un interés general, ni por parte del Estado ni de la sociedad civil, para promover la tolerancia hacia las diferencias de las costumbres y tradiciones de los indígenas ni para favorecer su desarrollo en todos los ámbitos.
Cabe destacar que durante la mayor parte del siglo XX la defensa de los grupos indígenas no estuvo encabezada por ellos; la voz de estas comunidades se mantuvo en silencio como una manifestación más de la marginación, la discriminación y el rezago de que han sido objeto históricamente, desde el siglo XVI hasta nuestros días.
No obstante, en los últimos años del siglo XX comenzó a aparecer una serie de movimientos de comunidades indígenas que buscaron reivindicar sus derechos políticos y culturales. El más importante tuvo su origen en Chiapas y estuvo encabezado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). También la sociedad civil y el gobierno han comenzado a buscar soluciones para construir una nación mexicana más congruente con su realidad multicultural.

Fin del unipartidismo
El régimen posrevolucionario encabezado por el PRI se mantuvo con legitimidad política hasta mediados de la década de 1960. Sin embargo, conforme avanzaba la segunda mitad del siglo XX se fueron manifestando los grandes problemas del sistema político unipartidista: la falta de espacios de discusión política, la represión, el autoritarismo y la corrupción, los cuales generaron un enorme malestar en gran parte de la sociedad civil. Desde los años sesenta surgieron diversos movimientos sociales que denunciaron los abusos cometidos por el régimen autoritario, como fue el movimiento estudiantil de 1968. Pues bien, durante las décadas siguientes estos movimientos se incrementaron y diversificaron en toda la República. Distintos sectores sociales se pronunciaron en contra del régimen priísta. La lucha contra el gobierno se llevó a cabo de diversas formas, desde marchas y resistencia
pacífica hasta la guerrilla rural y urbana.
Los partidos políticos de oposición desempeñaron un papel importante en el debilitamiento del sistema unipartidista que llevaría al final del siglo a la alternancia en el poder. El Partido Acción Nacional (PAN), fundado en 1939, intentó en las últimas décadas del siglo XX abrir espacios de participación política por la vía electoral. También dentro del PRI un grupo de militantes se manifestó en contra de las políticas autoritarias de su partido y conformó una nueva opción política de izquierda: el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La transformación cultural
La vida cultural del México de finales del siglo XX estuvo marcada por fuertes tensiones que tenían su origen en el contexto internacional. Por un lado, durante las décadas de 1970 y 1980 las consecuencias de la polarización ideológica de la Guerra Fría generaron en México enfrentamientos entre quienes simpatizaban con el sistema económico y político socialista, encabezado por la Unión Soviética, y quienes lo hacían con el sistema capitalista y el anticomunismo, que encabezaba
Estados Unidos de América.
Por otro lado, el proceso de globalización económica, intensificado a raíz de la caída del bloque socialista en 1989, trajo consigo grandes transformaciones culturales sin precedentes en el mundo, al desaparecer las barreras que impone la distancia y permitir una mayor fluidez de productos e información.
Esto ha contribuido a que en ciertos sectores de la sociedad mundial se hayan reducido las diferencias culturales, igualándose los gustos, preferencias, modas, intereses, etcétera. Así, la cultura mexicana se ha visto envuelta en la tensión que presenta el proceso de globalización cultural y la búsqueda de la preservación de su propia historia y tradiciones.

Expansión urbana y deterioro ambiental
El acelerado proceso de urbanización iniciado en México en la década de 1940 no se detuvo, y durante las décadas siguientes las principales ciudades del país siguieron creciendo. El área metropolitana de la Ciudad de México, por mucho el centro urbano más poblado de la República, incrementó su población a más del doble entre 1970 y el año 2000 (de alrededor de 8 millones 600 mil a 18 millones 200 mil). De igual forma, la extensión de la zona urbana creció desmedidamente, pasando de una superficie de 223 km2 en 1960 a 1 400 km2 al final del milenio.
El excesivo crecimiento de la Ciudad de México provocó que disminuyera la calidad de vida de muchos de sus habitantes, ya que el gobierno enfrentó serias dificultades para satisfacer los servicios básicos de la población. Por otro lado, la concentración de casi veinte millones de habitantes en el área metropolitana (conformada por la Ciudad de México y el área conurbada, es decir, todos los municipios del Estado de México colindantes con la Ciudad de México) ha llevado al medio ambiente a niveles críticos en cuanto a deterioro. El agua, el aire y los suelos se han visto afectados seriamente y en muchos casos los daños son irreversibles en esa zona.

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