miércoles, 12 de noviembre de 2014

Introducción


En los últimos años hemos sido testigos de importantes transformaciones en los distintos ámbitos que conforman nuestras vidas: el político, el económico, el social y el cultural. Estos cambios, cuyas repercusiones se observan lo mismo en el orden local, que en el nacional o mundial, se encuentran fuertemente influidos por el proceso de globalización al que asistimos, y que se caracteriza por el debilitamiento o corrosión de referentes mentales e institucionales que acompañaron y dirigieron la vida de las personas por siglos; asi como por una revolución en la percepción del tiempo y el espacio, impulsada por los avances tecnológicos  y científicos, sobre todo, en los campos de las comunicaciones virtuales.
Esta realidad, que es la globalización, ha alcanzado tales magnitudes que resulta imposible  explicarnos el presente sin considerarla. Hoy, por ejemplo, no podemos entender los problemas estructurales de pobreza y desigualdad, sin tomar en cuenta los flujos financieros mundiales y el contexto económico global. Lo mismo sucede en el ámbito político; no es posible entender el fenómeno de democratización mundial sin considerar la influencia de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, que intervienen directamente sobre los gobiernos nacionales a favor de esta forma de gobierno. Asimismo, no se puede comprender la creciente deslegitimación y desencanto de los ciudadanos con sus gobernantes, sin antes tomar en cuenta nuevos centros de poder que, por un lado, hacen suyas funciones otrora exclusivas del Estado, y por otro, limitan su capacidad de decisión y acción.
Las formas de organización social también deben pensarse  bajo los efectos de la globalización, pues nuevas formas de interacción, ayudadas por los avances tecnológicos en las comunicaciones, son cada vez más comunes: relaciones virtuales, efímeras, plásticas, tribales o individualistas dan muestra de lo anterior.

Sin embargo, este reordenamiento del mundo se presenta con mayor velocidad que la capacidad de los individuos para adaptarse a él. El resultado es, pues, un estado de incertidumbre  constante y permanente, ya que, como hemos dicho, la globalización  vulnera las fuentes de certidumbre de otros tiempos, o al menos, las cuatro más importantes de la modernidad: el Estado-Nación soberano. 

2 comentarios:

  1. La globalización en México es todo un fenómeno que a perjudicado y beneficiado a la sociedad en diferentes ámbitos.

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  2. Sin duda alguna, México no se escapa de la globalización, y seguiremos con cambios dia a dia.

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