"Vivimos en un
mundo de transformación que afectan casi a cualquier aspecto de lo que hacemos.
Para bien o para mal nos vemos propulsados a un orden global que nadie
comprende del todo, pero que hace que todos sintamos sus efectos".
Anthony Giddens.
Globalización
cultural
La cultura es un modo de vida y una forma de convivencia.
La cultura está viva en las comunidades. Actualmente, en medio del proceso de
globalización, se le da mucha importancia a las expresiones que surgen de las localidades
de una región. Las sociedades experimentan un renacer del pluralismo cultural.
No hay, aunque a primera vista pareciera que sí, uniformidad mundial en el
ámbito de la cultura, porque la cultura sirve para que las comunidades se
definan, se movilicen y se expresen.
La mundialización de la economía genera múltiples intercambios
culturales. Cada país debe adecuarse a las nuevas reglas del intercambio,
conservando su estilo democrático y su cultura, sin guardarla en un closet,
sino, por el contrario, mostrándola y permitiendo que dé y reciba y se
enriquezca.
A final de cuentas la globalización producirá uniformidad
y diversidad.
El desarrollo de los pueblos se basa en un crecimiento
económico sustentable. Si la economía no
crece no hay riqueza que repartir. Los defensores a ultranza de la
globalización y de las sociedades de libre mercado proclaman que el mercado
regulará a las sociedades y a las instituciones.
El desarrollo no es algo abstracto o único, que tenga que
ver sólo con las leyes del sistema financiero o del mercado, el contenido mismo
del desarrollo está ligado a la cultura.
La interacción entre las culturas no es algo nuevo, se ha
dado de diferentes maneras a lo largo de la historia, ya que actualmente, en nuestro mundo
interconectado, estas diferencias locales están dando paso a ciertos modelos
culturales dominantes que se están extendiendo por todo el mundo con la
globalización cultural.
Blanco Figueroa, Francisco. (2001). Cultura y
globalización. México: Universidad de colima, Pág. 29-31.
Globalización
económica
La globalización económica es una etapa del proceso
económico del capital donde las empresas transnacionales que controlan la alta
tecnología, el capital, la información especializada, se encuentran al frente
del proceso desde sus centros urbanos
tales como New York, Londres, Tokio, Zurich y Francfort. La manera de
operación de las empresas transnacionales en los diferentes países es mediante
la segmentación independiente.
En los países del tercer mundo, con la crisis de
la deuda, se agota un tipo de intervención estatal basado en políticas
proteccionistas, el modelo de sustitución de
importaciones, para dar paso a las políticas de ajuste del gasto gubernamental
para mantener una disciplina macroeconómica. Esto sufrió un nuevo impulso, a
finales de los años ochenta, con el derrumbe de los regímenes del “socialismo
real” de Europa del estado central. Entonces, aparentemente, triunfaron los
partidarios de la instrumentación de políticas económicas neoliberales que se
inclinaron por el libre juego de la oferta y la demanda, la liberación
comercial, acompañada de la desregulación y la privatización de las empresas de
propiedad estatal.
En México, la globalización se desenvuelve en una
situación donde el ingreso se ha polarizado y las oportunidades de ascenso
social se han agotado, además, el deterioro del medio ambiente es una
constante, mientras la expansión de las actividades económicas informales
prosigue, junto con la escasa capacidad regulativa del Estado para establecer
soluciones. En este sentido la globalización no se vive como una oportunidad,
sino como consto y riesgo para las personas, en su vida y en su patrimonio.
Por otro lado, la globalización económica, al enfatizar
la acción de las empresas transnacionales bajo el apoyo de los países
desarrollados, favorece la información en el sentido de emitir mensajes
relacionados con el consumo de bienes y servicios con criterios estrictamente
de mercado o de venta. Las figuras de la televisión o el cine, las marcas de
los productos, influyen en los gastos y comportamiento de los jóvenes y
adultos.
Rico Roberto, Reygadas Luis. (2000). Globalización
económica y Distrito Federal, estrategias desde el ámbito local. México:
Plaza y Valdés, Pág. 12, 14-16.
Globalización
Tecnológica
A partir de la invención de la imprenta se produjo una
rápida y masiva difusión de la información soportada en una nueva tecnología.
El texto deja de ser monopolio sagrado de un reducto de eruditos recluidos en
los monasterios, para expandirse sobre un mayor número de destinatarios. Debido
a ello, los avances en la tecnología de la información multiplican sus efectos
en la difusión de la misma, instaurando la llamada “Galaxia Gutemberg” que
marcó un antes y un después en la historia de buena parte de la humanidad.
En la actualidad, la denominada “Galaxia Marconi” o
electrónica ha introducido una revolución mediática, que sin desplazar a la
imprenta ha introducido aprehensión audiovisual del mundo, que sin duda está
cambiando nuestra manera de concebir la realidad.
Por otra parte, la digitalización tecnológica en base a
la unificación de los códigos sobre los tratamientos de la voz, la imagen, los
textos y los datos, permiten la convergencia global hacia una tecnología
unitaria de códigos basados en un mismo formato binario, frente al anterior
sistema analógico, en donde cada campo informativo tenía sus propios y
diferenciados criterios tecnológicos. Todo ello procede a la integración de los
sistemas informáticos e informativos.
La aplicación de tales innovaciones tecnológicas no están
limitadas a un solo país, dada la propia dinámica globalizada de la ciencia y
la tecnología. De este modo aunque los avances tecnológicos surjan en un lugar
concreto y con una aplicación determinada, con el tiempo actúan difundiendo mucho
más allá de los primeros usuarios y del uso que originalmente justificaba su
descubrimiento.
De este modo el avance tecnológico en los campos del
transporte y de la comunicación han introducido una aceleración en el proceso
de la globalización en el planeta.
En la esfera productiva se asiste a la progresiva
sustitución de la tecno-mecánica a la tecno-automática y robótica, basada en la
electrónica, allá donde dicho proceso se hace rentable, implicando una nueva
forma de pensar el trabajo y las relaciones sociolaborales.
Las nuevas tecnologías implican una mayor velocidad en
los desplazamientos, mayor aceleración en la información y mayores ritmos de
producción, introduciendo sinergias potenciadoras del proceso de globalización.
Cuesta Ávila Rafael. (2005). A propósito de la
globalización: Nuevos tiempos para pensar espacios antropológicos. España:
Club Universitario. Pág. 76-77.
Globalización Política
La globalización, como mecanismo de expansión de valores
de aplicación universal, ha posibilitado la difusión y aceptación de alguno de
ellos en el ámbito político y social, como la lucha por el respeto a las
diferencias, así como la creación de mecanismos internacionales que garanticen
la ciudadanía. Sin embargo, según la CEPAL (2002), uno de los grandes
conflictos de la era global se centra en déficit de gobernabilidad global,
patentado en la discrepancia entre los problemas globales y los procesos políticos
locales, centrada en las dificultades para que las tomas de decisiones a nivel
mundial representen realmente los intereses de cada uno de los países y de
aquellos sectores sociales menos poderosos, generando tensiones debido a que
los espacios para el ejercicio de la ciudadanía y de la democracia, siguen siendo
locales.
Ahora bien, la globalización, vuelve a recordarse, no
obra en todos los países de la misma manera ni con la misma intensidad. Aunque
no existe ninguna teoría bien acabada para dar cuenta del asunto, se
estima que la naturaleza del régimen político
figura como uno de los elementos que desde una perspectiva gen eral marca la
diferencia. Entre otras cosas, de ella
depende que las instituciones se orienten a la apertura u obstrucción de
espacios de respuesta de los líderes políticos a la globalización, o a la
expresión de oposiciones organizadas de la sociedad en contra de ésta.
Ahora bien, enfocándonos un poco a México podemos
recalcar que el ritmo mundial de la
globalización se aceleró con las políticas de Thatcher y Reagan en los 80,
México empezó a aplicar políticas de liberalización, desregulación,
internacionalización y privatización en los negocios.
Los pasos más importantes en la incursión de México en la
globalización fueron: El ingreso al GATT (ahora la Organización Mundial del
Comercio-OMC) en 1986. La apertura hacia el capital extranjero representado por
el establecimiento del Fondo NAFIN en 1989 y su oferta pública posterior en la
Bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange-NYSE) en 1991. La privatización de
los bancos entre 1991 y 1992. El proceso de globalización se fortaleció con la
implantación del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 1994, y el ingreso a la
OCDE en el mismo año.
Podemos concluir que debemos tomar en consideración
muchos factores si deseamos internacionalizarnos y eventualmente globalizarnos.
El poder adquisitivo de las empresas juega un papel esencial en la toma
decisiones., el conocer de antemano la demografía, el sistema político y
gubernamental del país anfitrión dependerá del éxito o fracaso de su empresa.
Los estudios o análisis de viabilidad son de suma importancia así como las alianzas
estratégicas con diferentes países aprovechando la globalización, son una buena
opción para derrumbar muchas barreras de entrada, además de que el conocimiento
del mismo le otorgara una ventaja competitiva.
Ranzolín, Flavia. (2008). Integración cultural en la era
de la globalización: construyendo la nueva Babel. Caracas: Universidad Católica
Andrés Bello. p. 18-20.
Elaborado por: Andrade Ramos Ma. Fernanda
Abarca temas de gran importancia respecto a la globalización
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